Protectores solares II
A la hora de escoger nuestro protector, debemos saber que existen dos tipos de filtros solares: filtros químicos y filtros físicos.
Los filtros químicos son, diría, los más utilizados actualmente. Creo que no me equivoco si afirmo que todos aquellos protectores que podemos encontrar fácilmente en las estanterías de cualquier supermercado son de carácter químico. Estos aparecen en las etiquetas como cinamatos, benzofenonas o derivados del benzimidazol. Son filtros que reaccionan en nuestro cuerpo, necesitan previamente ser absorbidos por nuestra piel para que sean efectivos, de ahí lo de aplicárselo media hora antes de la exposición solar que por si aún lo dudabais no, no es un capricho de las marcas. Actúan permitiendo que nuestra piel absorba la radicación solar, sencillamente provocan un cambio en su estructura química evitando que los rayos nos puedan hacer daño.
¿Cuál es el inconveniente de este tipo de protectores solares? Son potentes alérgenos, y, lo cual aun es peor, recientes estudios han comprobado que además son disruptores hormonales, es decir, interfieren en el correcto funcionamiento hormonal. El 60% de protectores solares con filtros químicos contienen oxybenzona que además de lo citado anteriormente provoca daño celular y está relacionado con el bajo peso en bebes cuyas madres se expusieron a este químico durante el embarazo.
¿Por qué entonces son los más comercializados y por lo tanto los más utilizados? Ni más ni menos que por comodidad, que levante la mano quien nunca haya dicho aquello de “bua, que pereza echarse crema”. Siempre solemos recurrir por este motivo a cremas o lociones ligeras, fáciles de aplicar y sin tacto pegajoso, en resumida, cuanto más fluidas mejor. Esto es desgraciadamente con lo que los filtros físicos a pesar de ser infinitamente más respetuosos no solo con nuestro cuerpo sino con la conservación del ecosistema en general, no pueden competir.
Los filtros físicos, principalmente el dióxido de titanio o el oxido de zinc. Son sustancias minerales que actúan a modo de pantalla, reflejando los rayos solares e impidiendo su penetración en nuestra piel. ¿Recordáis aquellas cremas solares que usábamos antaño y nos dejaban la piel tan blanca como una gueisa? Pues bien, ahí tenéis un claro ejemplo de filtro físico y la principal razón por la que, como os decíamos antes, los filtros químicos continúan en el top de los protectores solares. La buena noticia es que han ido mejorando mucho y ya no son tan espesos como entonces, pero no os voy a engañar es cierto que la textura es un poco más gordita. ¿Un truco? No aplicarse excesiva cantidad, estamos acostumbrados con los protectores químicos a aplicarnos una buena capa y masajearlo hasta que penetre de manera rápida y sencilla. Pues no, recordad que los físicos actúan A MODO DE PANTALLA y en su caso nos olvidamos de esa media hora para que actúen ya que son de efecto inmediato, es decir, una vez aplicada una pequeña capina en nuestra piel ya nos están protegiendo.
Saltándose este pequeño inconveniente os diré que los filtros físicos son definitivamente la mejor opción. Solamente este tipo de filtros están permitidos en cosmética natural certificada ya que no son dañinos para el ser humano y ofrecen la protección más segura, son inocuos y no provocan alergias, por lo que, y esto que voy a decir es muy importante para aquellas personas que sufren alergia al sol, es conveniente que en caso de no haber dado con una solución a día de hoy probéis con un protector con filtro físico, ya que puede darse el caso y está ocurriendo cada día más, que vuestra alergia sería derivada de los filtros químicos y no tanto del sol como pensabais.
Además, cabe decir que los filtros físicos son sustancias biodegradables, es decir, no contaminan. El verano pasado escuchaba una noticia en la radio que me dejaba alucinada, a principios del mes de mayo de 2018 el parlamento de Hawái aprobó un proyecto de ley que prohibía la venta de productos que tuviesen entre sus ingredientes la oxibenzona y octilmetoxicinamato, dos productos químicos habituales en las cremas solares que tienen impactos dañinos muy significativos tanto en el medio ambiente marino como en estos ecosistemas. En pocas palabras, comprobaron que los arrecifes de coral se volvían de un tono blanquecino hasta causarles la muerte y como consiguiente la destrucción del hábitat y fuente de alimentación para muchos peces. Cerca de 14000 toneladas de bloqueador solar terminan en los arrecifes de todo el mundo, y me pregunté: ¿qué estamos haciendo? Fue entonces cuando inicie mi búsqueda hasta encontrar quién es ahora una marca que no puede faltar en nuestro centro, Amapola biocosmetics.
http://www.laatalayacentrodebelleza.com/c380002-amapola-bio-cosmetics.html
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